Todas las familias son psicóticas II

La salida temprana de la cama ese domingo me permitió hacer sentir mal a mi madre. Para lavar su conciencia me pagó un taxi de Lisandro de la Torre hasta el trabajo. La pregunta es: ¿qué hacía mi madre en una comisaria a las ocho y cuarto de la mañana de un domingo? Para los que me conocen la respuesta es obvia. Y no tanto. Tengo cinco hermanos: dos hermanos y tres medio hermanos. No los suelo mencionar mucho, pero existen y viven en casa.
Los que ya mencioné son Javier (el piquetero) y Juanito (el drogón). ¿Cuál sería esta vez? Javier tiene una actividad, llamemosla generosamente, "política" intensa. Pero sus desbordes post-setentistas nunca terminan entre barrotes. La mayor angustia que vivió mi madre fue verlo corretear (por Crónica, obviamente) con un tanque hidrante en el 2001.

Juanito, en cambio, es un bon vivant. La vez que terminó en una comisaría fue por fumar un porro en la calle. Y no uno, no dos, pero ¡tres!, sí, tres patrulleros se movilizaron para detenerlo. Nota graciosa: estaba en horario laboral. Su entonces jefa tuvo problemas para explicar su ausencia. Esta vez mi hermano no tenía ni una tuca encima y estaba caminando por Santa Fe con un amigo (a la altura de Sunny Sidro). Una botella de agua mineral era todo su equipaje. Ahorremonos los motivos por los cuales un patrullero los estaba buscando, porque realmente no habían hecho nada. La cuestión es que los cagaron a palos y los detuvieron en una comisaría. El bonus track fue que no los dejaron llamar a sus padres. Cuando mi hermano hizo uso del raciocinio que no tiene plastificado por la marihuana agarró su celular y llamó a mi madre.

¿Resumiendo?

Mi hermano y su amigo están bien, muy moretoneados. La ex montonera que tenemos por madre denunció civil y penalmente al asunto, que por otro lado, llegó a los oídos de Arslanian ("contactos de mamá", fue la escueta explicación de mi hermano). Mejor no preguntar.

3 comentarios:

Nelson dijo...

Disfruto mucho tus relatos, sabelo!

Lucía dijo...

es muy divertido. este relato te ubica a vos como el normal. que loco, no?

ahora, invitame a cenar a tu casa.
(quiero que tu mamá me quiera y me mime y me presente a sus contactos jejeje)

amapola dijo...

q impresionante.
bien humanos de jose, bien.