Joaquina apareció en casa poco después de la muerte de Daisy, mi perra anterior. Carmen, la del laverrap de la esquina se la sacó al borracho de la estación, Joaquín y se la regaló a mi madre. Es cruza de calle con vereda pero tiene elegancia. Un día en el que las hijas de los vecinos recibieron visitas se puso incómoda y casi derriba el cerco. Ahí fue que nos enteramos de su oscuro pasado. Los papás de esas chicas la habían abandonado y le habían dicho a las chicas que se había muerto. Shock para todas (las nenitas yankees y Joaquina). Se quedó en casa, para alegría de todos, y descubrimos que cuando le hablás en inglés se pone un poco triste.
Tuvo siete hijos con Rocky. Mi hermano redactó un cartel: "regalo cachorros de raza extraña e indefinida. Desde ya, muchas gracias por su consulta". Joaquín, Matilda, Paquita y otros cuatro cuyos nombres nunca supimos porque casi no los volvimos a ver. Joaquín se murió de bebe. No tenía el reflejo de succión y aunque le dimos mamadera no sobrevivió. Matilda está feliz y contenta (es nuestra vecina). No le teme a las alturas y toma sol encima de la pared. A otro lo adoptó un cafetero. Del resto no me acuerdo. Dejé a Paquita para el final porque es la que se quedó con nosotros. Y digo bien se quedó porque no quisimos quedarnosla: lo decidió ella. Le hizo pis al mejor postor Cuando finalmente la regalamos se escapó y volvió a casa. Estaba bailando con Joaquina festejando que al fin estábamos solos cuando escuché el ruido de un perro en el jardín. El tiempo pasó y hoy es la perra más malcriada y consentida del mundo.
Tuvo siete hijos con Rocky. Mi hermano redactó un cartel: "regalo cachorros de raza extraña e indefinida. Desde ya, muchas gracias por su consulta". Joaquín, Matilda, Paquita y otros cuatro cuyos nombres nunca supimos porque casi no los volvimos a ver. Joaquín se murió de bebe. No tenía el reflejo de succión y aunque le dimos mamadera no sobrevivió. Matilda está feliz y contenta (es nuestra vecina). No le teme a las alturas y toma sol encima de la pared. A otro lo adoptó un cafetero. Del resto no me acuerdo. Dejé a Paquita para el final porque es la que se quedó con nosotros. Y digo bien se quedó porque no quisimos quedarnosla: lo decidió ella. Le hizo pis al mejor postor Cuando finalmente la regalamos se escapó y volvió a casa. Estaba bailando con Joaquina festejando que al fin estábamos solos cuando escuché el ruido de un perro en el jardín. El tiempo pasó y hoy es la perra más malcriada y consentida del mundo.
3 comentarios:
No sabía que Paquita era hija de Joaquina! siempre pense que eran hermanas...
Es increible el amor de toda la flia por esos bichos.
no puedo creer la fascinante historia.
quiero mas datos de las hijas del vecino!
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