No sé si alguna vez lloraron por teléfono. No es lo más cómodo, porque el auricular se pone viscoso. Puedo decir con los pocos restos que me quedan de hombría que no incordié a mucha gente por teléfono con mis sollozos de mariquita. Dos o tres personas, no más.
"Love is all a matter of timing" es una frase que me hizo encontrarme en un abrazo lloroso. Fue uno de los abrazos más hermosos que tuve. Besar pómulos que están un poco mojados es algo muy lindo.
Llorar en la ducha es una buena manera de que pase desapercibido. Llorar en la ducha con alguien mientras le ponés el punto final a una relación es una manera de no olvidar nunca. Llorar en público es "animarse a más". Llorar en privado es complacerse en la autoconmiseración. No sé qué es peor, vomitar o llorar. El vómito es algo que no podemos controlar. Es algo asqueroso, de eso no hay duda, pero ¿quién nos puede reprochar haber vomitado? Es una cuestión que nos excede. El llanto, en cambio, es otra cosa. Llorar en un tren es terrible, en un colectivo casi peor. Porque si no sos una chica linda, nadie va a acercarse para consolarte. O peor: puede acercarse alguien feo/a que te de más ganas de llorar. Cuando uno ve a alguien a en ese estado no sabe qué hacer ¿Ir en contra de lo que la ciudad te mete en la cabeza (cagarte en todo lo que te rodea) o intentar consolar a esa persona? Suelo volver con mis ojos al libro. Llorar acompañado es una buena forma de irritar a alguien con ese sonido de ser no evolucionado que producen nuestras fosas nasales con la mezcla de moco y lágrimas. No olvidar los hipos. Si quien acompaña nos quiere en serio va a dejar manchar el hombro con gusto. Llorar mientras caminamos con anteojos de sol es una forma barata e instantánea de ascender a Hollywood por un rato (nunca lo hice).
El otro día estaba esperando el 60 en Birabent empezó con "hoy me haces falta, /la verdad es que me dejaría caer / en el esplendido abandono, de mi pasado sobre todo, /de aquellas cosas que jamás "... llorar solo (o sólo) es una buena excusa para seguir llorando.
"Love is all a matter of timing" es una frase que me hizo encontrarme en un abrazo lloroso. Fue uno de los abrazos más hermosos que tuve. Besar pómulos que están un poco mojados es algo muy lindo.
Llorar en la ducha es una buena manera de que pase desapercibido. Llorar en la ducha con alguien mientras le ponés el punto final a una relación es una manera de no olvidar nunca. Llorar en público es "animarse a más". Llorar en privado es complacerse en la autoconmiseración. No sé qué es peor, vomitar o llorar. El vómito es algo que no podemos controlar. Es algo asqueroso, de eso no hay duda, pero ¿quién nos puede reprochar haber vomitado? Es una cuestión que nos excede. El llanto, en cambio, es otra cosa. Llorar en un tren es terrible, en un colectivo casi peor. Porque si no sos una chica linda, nadie va a acercarse para consolarte. O peor: puede acercarse alguien feo/a que te de más ganas de llorar. Cuando uno ve a alguien a en ese estado no sabe qué hacer ¿Ir en contra de lo que la ciudad te mete en la cabeza (cagarte en todo lo que te rodea) o intentar consolar a esa persona? Suelo volver con mis ojos al libro. Llorar acompañado es una buena forma de irritar a alguien con ese sonido de ser no evolucionado que producen nuestras fosas nasales con la mezcla de moco y lágrimas. No olvidar los hipos. Si quien acompaña nos quiere en serio va a dejar manchar el hombro con gusto. Llorar mientras caminamos con anteojos de sol es una forma barata e instantánea de ascender a Hollywood por un rato (nunca lo hice).
El otro día estaba esperando el 60 en Birabent empezó con "hoy me haces falta, /la verdad es que me dejaría caer / en el esplendido abandono, de mi pasado sobre todo, /de aquellas cosas que jamás "... llorar solo (o sólo) es una buena excusa para seguir llorando.
5 comentarios:
Yo lloré con anteojos, no es muy joligudense...
No hay nada peor q llorar con alguien (y con anteojos) y que ese alguien no se de cuenta.
Sobre todo si estas llorando por él.
La ducha es la mejor opción.
Me pasó algo similar. Lloré en el aeropuerto de Barajas escuchando a Ella Fitzgerald. Nunca pensé que sería capaz con tanta gente a mi alrededor.
En invierno, recuerdo haberme tapado con la bufanda, en un 41, para que no me vieran llorar.
llorar en los transportes públicos. bajar la vista, en un subte lleno que va al centro, a las 8 de la mañana.
mis abriles turbulentos: me sucedía seguido. nada peor que escuchar a alguien decir (la gente en los subtes matinales es siempre la misma): "uy, otra vez el que llora". intimidades públicas.
Como la lluvia
Dos mil años después de que el Vesubio
Sepultó entre cenizas a Pompeya
Encontraron un muro en que estaba escrito:
Nada es eterno.
Brillan los soles y en el mar se hunden.
Arde la Luna y se desvanece más tarde.
La pasión de amor
Se termina también
Como la lluvia.
Al tercer día de copiado el grafito
El yeso en que lo inscribieron se vino abajo.
Se acabaron los versos
Como la lluvia.
JMP
by DF
Publicar un comentario