La edad de la inocencia

Hace unos días Miguel se burló de mi porque uso shampoo para cabeshos lacios. Le dije que en su ducha había shampoo para gente con rulos. No se inmutó. Me vengué esa misma mañana cuando vi a su empleada en uniforme y le dije nunca más me contradiga cuando lo acuso de niño bien ("¡Yo no le dije que lo use! Viene de lo de mi madre así").
Siempre digo que soy muy vago para ser puto. Soy grande, peludo y tosco. No bailo bien, me pone de muy mal humor ir a comprar ropa (me ponen nervioso los vendedores y probarme una cosa, después otra, y otra) y tengo poquíííísima paciencia con la gente del gremio. Discuto todas las mañanas porque mi madre quiera escuchar a Peña en el auto y yo no lo soporto ("¿Por qué? ¡Si es gay!" (Simplificación Materna del Universo (SMU®). Pongo un cd.
Acepté gastar más de $5 en una peluquería a los 19 años. Me tuve que rapar dos veces por cortes de amigas más hechos. Cuando iba a cumplir veinte acepté que una remera podía salir más de $25. Una vez mi tío me sugirió que ahora que tenía un sueldo, podía gastarlo en ropa.
Fui a un Levi's y le dije al chico que quería algo clásico pero con tiro bajo porque odio los tiros altos. El chico emitió algo así como un suspiro. Dijo que el clásico no era con tiro bajo. Me dejé llevar y me vendió el jean de la colección de ese año (el más caro, obviamente). Sigue en mi ropero.

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